Jorge Alberto Negrete Moreno, quien alcanzó el éxito bajo el nombre de simplemente Jorge Negrete, es considerado uno de los grandes artistas que ha dado México.
Nacido en Guanajuato el 30 de noviembre de 1911, Jorge logró una gran trayectoria como cantante y actor, al grado de ser reconocido como uno de los emblemas de la Época de Oro del cine mexicano.
México lindo y querido: el legado de Jorge Negrete
Durante las décadas de 1930 y 1940, Jorge pasó a convertirse en todo un símbolo de identidad mexicano, al encajar de manera perfecta en el personaje de charro mexicano que se mantuvo como un modelo aspiracional de la época.
Jorge entonces formó parte de películas en la época como La madrina del Diablo, El fanfarrón, Juntos pero no revueltos, o Una luz en mi camino.
En 1941, Jorge protagonizó la película ¡Ay Jalisco, no te rajes!, con la cual consiguió gran fama internacional y pasó a convertirse en una de las grandes figuras no solo de México, sino de América Latina.
Posterior a ello, Jorge participó en otras cintas como Una carta de amor, Cuando quiere un mexicano, Canaima o Allá en el rancho grande. En 1950, Jorge recibió la distinción como mejor actor por parte de la crítica en España por su papel en Teatro Apolo. En 1952 pasó a protagonizar Dos tipos de cuidado junto a Pedro Infante, la cual se convirtió en su última gran película.
Jorge también se dio el tiempo de luchar a favor de los trabajadores del espectáculo. Por ello, se encargó de fundar el Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica de la República Mexicana, a la cual se añadió la Asociación Nacional de Actores de México, hoy ANDA.
En cuanto a su vida privada, Jorge mantuvo relaciones con actrices como Elisa Christy, Elsa Aguirre, Gloria Marín, así como con María Félix, quien se convirtió en su última esposa.
Lamentablemente la vida de Jorge Negrete llegó a su fin el 5 de diciembre del año 1953, en Los Ángeles, California, luego de sufrir de una enfermedad crónica que le fue originada por hepatitis C, la cual le fue diagnosticada desde su juventud.
Así, Jorge falleció apenas a los 42 años de edad, y a pesar de que murió a una edad relativamente joven, lo cierto es que el gran legado que dejó nunca será olvidado, y siempre será recordado como uno de los grandes emblemas de la Época de Oro del cine mexicano.