Se sabe que el príncipe William y su abuela, la reina Isabel, se divierten en grande cuando tienen compromisos reales juntos. Y este 15 de octubre finalmente se reencontraron en su primer compromiso desde 2017; el primero desde que la reina regresó a Windsor.
La reina Isabel, de 94 años, y su nieto mayor, el príncipe William, de 39 años, se reunieron así en la que fue su primera aparición pública desde que la reina regresó del aislamiento en Balmoral. Los dos visitaron el Laboratorio de Ciencia y Tecnología de Defensa, en Inglaterra, para inaugurar oficialmente el Centro de Análisis Energético.
La reina Isabel y el príncipe William tienen su primer compromiso real juntos en 3 años
Según lo informado por Hello!, las 48 personas que entraron en contacto con la reina y el príncipe fueron examinados para detectar si tenían COVID-19, además de que se tomaron todas las precauciones de seguridad posibles.
La reina incluso llegó en helicóptero, mientras William lo hizo en auto. Este es el primer compromiso real conjunto que los dos han hecho desde julio de 2017, cuando visitaron a las familias afectadas por el trágico incendio de la torre Grenfell en Londres.
La reina y el príncipe dieron un recorrido por el recinto y el Centro de Análisis Energéticos para ver así las armas y tácticas utilizadas en contrainteligencia, una demostración de Investigación Forense de Explosivos y para reunirse con el personal de Contraterrorismo y Seguridad.
Ambos también se reunieron con el personal de DSTL. Así que definitivamente podemos asegurar que la reina y el príncipe estuvieron en muy buenas manos durante esta visita.
La inauguración real de la reina Isabel y el príncipe William
La reina incluso hizo una broma mientras ella y su nieto firmaban el libro de visitas diciendo: "Bueno, eso prueba que hemos estado aquí, ¿no?". Los dos también revelaron una hermosa placa para inaugurar formalmente el nuevo Centro de Análisis Energético, que tuvo un costo de 30 millones de libras esterlinas, del DSTL, la cual se utiliza para el trabajo antiterrorista.
La reina Isabel lució un hermoso y elegante abrigo de casimir rosa y un sombrero, además de que llevaba consigo un accesorio con un gran valor sentimental: ¡el broche de rubí con diamantes y oro amarillo de Andrew Grima, que le regaló su esposo, el príncipe Felipe, en 1966!
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