Al parecer, lo que el príncipe Harry más extraña de su vida como miembro de la realeza británica es volar por los cielos. De acuerdo con el diario The Sun, el duque de Sussex se unió a un club estadounidense en California para poder cubrir las horas de vuelo necesarias para mantener la licencia para pilotear helicópteros que consiguió mientras representaba a la Corona británica en el ejército. Según una fuente, Harry busca retener su permiso para poder llevar de paseo a su esposa, Meghan Markle, y su hijo Archie en completa privacidad.
El príncipe Harry se une a club de vuelo
A más de 10 años de haber conseguido su licencia como piloto de helicóptero en el ejército británico, el príncipe Harry volvió a los cielos, ahora como parte de un club de vuelo en California, lugar donde ahora reside.
Una fuente contó al diario inglés The Sun que el hijo del príncipe Carlos y la princesa Diana espera conseguir las horas de vuelo necesarias para mantener la licencia que le permite pilotear una aeronave y salir de paseo con su familia.
“Él está muy orgulloso de esa licencia, trabajó muy duro para conseguir una básica y después para poder pilotear un Apache”, señaló la fuente. “Aunque es difícil que lo vuelvan a llamar a las filas del ejército, él quiere mantener sus horas de vuelo para uso personal y así él y Meghan puedan salir de viaje si lo desean. Tener tu propia licencia te da esa libertad”.
El príncipe Harry: piloto de helicópteros
Aunque el príncipe Harry no cuenta con un helicóptero propio, es bien conocida la pasión que el duque convertido en productor televisivo tiene por volar.
En 2008, Harry inició su entrenamiento como piloto después de haber sido aceptado para convertirse en un miembro del Cuerpo Aéreo del Ejército Británico.
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Años más tarde, en 2013, se convirtió en el primer miembro de la familia real británica en desempeñar un papel activo en misiones de combate durante la guerra. Por cinco meses, el hermano del príncipe William fungió como copiloto de un helicóptero Apache en Afganistán.
Ahora, Harry espera volver a los cielos, ahora en misiones familiares.