- La reina Isabel se sentía muy sola por varios años
- Empeoró después de la muerte de su esposo
- Con ella murió el viejo mundo
La reina Isabel creció en compañía de tanto su hermana como su esposo por toda su vida. A principios de su vida incluso tuvo a su padre hasta que falleció repentinamente en 1954, dejando a Isabel como reina a sus 18 años.
Isabel se apoyó de su familia
En toda familia hay núcleos familiares, pero para Isabel el núcleo de su familia original era uno de los más fuertes. Después de que falleciera su padre, el vínculo entre hermanas se fortaleció.
Cuando falleció la hermana de Isabel, Margarita, recayó en una profunda tristeza y soledad, pues había perdido el último vínculo de su familia original.
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