10 historias de amor en la realeza que son verdaderos cuentos de hadas

No podíamos empezar sin mencionar LA historia de amor más grande en la historia de la realeza, la de la mismísima Reina Victoria y el Príncipe Alberto. A pesar de que el enlace convenía políticamente, la muy joven Victoria (en ese entonces) siempre fue muy enérgica en hacer saber al mundo que ella no se casaría con nadie que no amara verdaderamente. Su amor por Alberto fue tan grande que incluso décadas después de su pronto fallecimiento, ella mantuvo el luto y nunca se acercó a nadie más. Además fue ella la que impuso la tradición de casarse de blanco, ¡¿increíble no?!

Aunque es imposible imaginarse a la Reina Isabel II sin su amado Felipe, cuando la joven princesa le informó a sus padres sobre sus deseos de casarse con él los reyes no estaban tan contentos de la elección de su hija. Para ellos, el hecho de que el joven príncipe de Grecia tuviera lazos sanguíneos con miembros de la realeza Alemana (sobre todo a tan poco de haber terminado la segunda guerra mundial), no era óptimo para la heredera a la corona. Después de muchas discusiones, finalmente aceptaron la decisión de su hija y Felipe tuvo que adoptar el nombre de su tío lejano (en común con los Windsor) Lord Louis Mountbatten.

Hablando de relaciones problemáticas, tenemos la historia de Willem-Alexander (en ese entonces el príncipe heredero a la corona de los Países Bajos) y la argentina Máxima Zorreguieta quienes se conocieron en una fiesta y se enamoraron inmediatamente. Cuando el príncipe le hizo saber a su madre y al parlamento de su intención de casarse con ella, éstos se opusieron ya que el padre de Máxima había sido funcionario en el gobierno de la Dictadura de Jorge Rafael Videla. La Reina Beatriz no podía negarse ya que ella pasó por algo similar cuando se descubrió que su esposo había sido parte de las Juventudes Hitlerianas, así que llevó el caso al parlamento los cuales accedieron con la condición que el padre de Máxima no asistiera a la boda. Como un detalle para su amada, el ahora Rey Willem-Alexander organizó que tocaran en la iglesia el tango favorito de su padre para que ella sintiera que estaba presente. ¡Un verdadero príncipe encantador!

Una de las relaciones más polémicas en la historia de la realeza es sin lugar a dudas la del Rey Eduardo VIII y la norteamericana Wallis Simpson. De entrada el hecho de que fuera Estadounidense fue todo un tema en ese entonces pero realmente lo que hacía que tanto la familia del rey como el parlamento se opusiera a la relación era el hecho de que Wallis se había divorciado dos veces antes de conocer al rey. En un acto de absoluto amor, Eduardo renunció a todos sus títulos incluyendo la corona para poder casarse con su amada, con quien estuvo junto a ella desde su boda en 1937 hasta la muerte de él en 1972. ¡Afortunadamente eso no le pasó a Harry ya que Meghan parecía tener un perfil algo similar!

Y hablando de Harry y Meghan aunque nadie se opuso realmente a la relación y al matrimonio de los jóvenes duques, si bien es cierto que la inclusión de Meghan a la familia real británica no fue tan amistosa como si lo fue con Kate Middleton. Como ya sabemos, eventualmente Harry decidió dejarlo todo por el bienestar de su esposa y su familia, alejándose por completo no sólo de sus parientes sino de todo lo que su título conlleva.

¡Este es un verdadero cuento de hadas moderno! Cuando la hermosa Mette-Marit, conoció al heredero a la corona de Noruega ella era una mesera y madre soltera. Pues la pareja se conoció ni más ni menos ¡que en un concierto de rock! El joven príncipe se enamoró de ella y se casaron. Increíblemente para los estándares de la realeza en general, con su rebelde personalidad, Mette-Marit se ganó a sus súbditos e incluso usa sus experiencias de vida para inspirar a la gente y Haakon adora esa parte única de ella.

Imagínate este escenario, estás en un bar tomando una cerveza cuando conoces al amor de tu vida. Salen, se enamoran y meses después descubres que el apuesto hombre con el que sales es ni más ni menos que ¡el heredero a la corona de Dinamarca! La australiana Mary trabajaba en una agencia de publicidad cuando conoció a su ahora esposo, quien se encontraba en Sydney por las Olimpiadas de 2000 y desde entonces la pareja se ha mantenido unida.

La Reina Rania ha impactado al mundo por su belleza e inteligencia a tal grado que se ha hecho mucho más popular en el mundo que su esposo el Rey Abdullah. La pareja se conoció en 1993 en una cena y Abdullah se enamoró perdidamente de ella. ¡Tal fue su amor que a sólo dos meses de comenzar su romance Abdullah le propuso matrimonio! La pareja comparte constantemente su amor y su vida en redes sociales y son de los súbditos más queridos de la historia de Jordania.

Muchos escuchamos esta enternecedora historia de amor cuando surgió la noticia de que la joven Princesa Ayako de Japón estaba dispuesta a renunciar a todo con tal de estar junto al amor de su vida… lo cual sí hizo. En las leyes de la monarquía de Japón está estipulado que las mujeres de la realeza deben renunciar a sus títulos si se casan con un plebeyo. Increíblemente la historia de los actuales emperadores Akihito y Michiko también es una verdadera historia de amor después de que rompieron la tradición de más de 2,600 años cuando el emperador se casó con una plebeya.

Los últimos en nuestra lista causaron un gran revuelo en Suecia cuando el príncipe heredero Carl Philip anunció su relación con la estrella de reality shows Sofia Hellqvist. La guapa princesa era conocida por su trabajo como modelo en revistas y su extravagante estilo de vida. Sin importar los comentarios de la prensa y la gente, Carl Philip se casó con Sofia en 2015 y tienen dos hermosos hijos.