En el verano de 2018, justo después de su boda, Meghan Markle y el príncipe Harry le abrieron las puertas de su hogar a un labrador negro. Hasta el día de hoy el nombre del cachorro era todo un misterio, incluso la pareja llegó a bromear con que el nombre seguiría siendo un secreto para la gente.
En el nuevo libro Finding Freedom: Harry and Meghan and the Making of a Modern Royal Family, de los experimentados periodistas, Omid Scobie y Carolyn Durand, se revela que el verdadero nombre del labrador negro es Pula.
El perrito Pula posee un gran significado para Harry y Meghan
Pula tiene un significado especial para la pareja real, además de ser el nombre de la moneda de Botsuana (país de África del sur), también significa "lluvia" en setsuana, uno de los idiomas de Sudáfrica. La lluvia es escasa en este país, por lo que es considerada como un recurso muy valioso y también una bendición.
Además, Botsuana es uno de los lugares donde fueron las primeras citas de Meghan y el príncipe Harry, sin duda un país que tiene mucho significado para la relación de la pareja.
Pula tiene que ver con las primeras muestras de amor entre Harry y Meghan
Botsuana es el país donde la pareja se enamoró, con tan sólo tres meses en su relación este lugar se convirtió en algo mágico para ellos. Incluso Meghan, en el cumpleaños 35 de el príncipe Harry, recreó en su jardín dicho sitio para traer de vuelta esos íntimos recuerdos que pasaron en sus primeras citas.
La pareja real ha demostrado su amor y cariño hacia los animales, fuentes cercanas dicen que su hijo Archie es el mejor amigo de sus cachorros, se dice que ese afecto por los cachorros los sacó de su madre.
Meghan apoya a la organización benéfica Mayhew, que se encarga de ayudar y mejorar la vida de perros y gatos, tanto en Londres como a nivel mundial, sin duda es un ejemplo no sólo para su familia, también lo es para muchos de nosotros.