Este famosísimo reality show sobre una pareja de poca estatura que maneja un rancho cautivó a su público al desmitificar la vida de esta clase de personas y ver como sus vidas son tan comunes y complicadas como las nuestras.

Un gran mundo pequeño: Cuando el amor se acabó

La historia de Amy y Matt Roloff mostraba otra cosa: su falta de compatibilidad estaba destruyendo a su familia. De principio, varios de sus hijos se negaron a participar en el show porque querían mantener sus vidas privadas pero lo que si podíamos ver del resto era que Matt estaba obsesionado con su trabajo como si quisiera demostrar algo.

Y es que a veces nuestros temores o frustraciones se presentan en formas extrañas y Matt aceptó que era su forma de lidiar con todo, desaparecer en su trabajo para mantener su negocio de pie, cosa que no es sencilla.

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Matt and Amy Roloff attend the Discovery Upfront Presentation NY - Talent Images, 2008

Amy por su parte es una mujer alegre pero determinada al éxito, mucho más extrovertida y notábamos que muchas de sus acciones ocasionaban constantes choques entre la pareja y hasta entre sus hijos.

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Finalmente el encanto se rompió y salieron a la luz verdades como que ambos sentían que lo único que tenían en común era el amor por sus hijos, pero una vez que estos comenzaron a “abandonar el nido” era obvio que ni Amy o Matt querían pasar mucho tiempo juntos.

Fue verdaderamente triste ver el final del que parecía un matrimonio entero pero así son las cosas y han demostrado que son más felices ahora con sus respectivas parejas con las que han logrado establecer conexiones más profundas.