The Office surge en 2001 en Gran Bretaña de la irónica mente de Ricky Gervais y Stephen Merchant. Se trata de una serie en formato mockumentary, que muestra el día a día de la sucursal en Slough de la empresa papelera Wernham Hogg, en la que todo el mundo hace de todo menos trabajar. Como no podía ser de otra forma, Gervais presenta personajes pintorescos y de lo más dispares, que tienen que interactuar entre ellos en un entorno laboral hostil. El eje sobre el que gira la línea argumental es David Brent, un jefe prepotente, tirano y aficionado a las bromas de mal gusto, que es interpretado en su versión inglesa por el propio Gervais.
The Office: ¿versión norteamericana o versión británica?
Esta serie apenas constó de dos temporadas, de seis capítulos cada una, que presenta un tipo de humor hasta el momento innovador. La emisión tuvo tanta acogida en el Reino Unido que la cadena estadounidense NBC no tardó en adquirir sus derechos para realizar su propia versión. Eso sí, guionizada y de la mano de Ricky Gervais. Sin embargo, en esta versión el jefe, Michael Scott (en lugar de su antecesor David Brent), es interpretado por Steve Carell. Suele ser habitual que las series estadounidenses sean más largas por temporada que las británicas, y The Office no es una excepción.
¿Hay alguna diferencia entre The Office UK y USA?
La principal diferencia entre ambas series es la primordial que se plantea en las comunes emisiones inglesas y norteamericanas. Es decir, el tópico televisivo inglés de serie cómica aunque trágica y deprimente, en el que el modo humorístico que domina es el ridículo, y en la que los personajes están abocados inevitablemente al fracaso o a la desgracia. Todos y cada uno de los participantes en de The Office británica, aunque cómicos, inspiran lástima, ya sea por su comportamiento o por sus condiciones de vida. De hecho, esta versión carece de risas en off, lo que convierte los guiones cómicos en situaciones irónicas más que en sketches.
La serie norteamericana, en cambio, suele tener un planteamiento sobreoptimista de la realidad. Este aspecto se ve relejado en la versión norteamericana de The Office, en la que todos los problemas parecen resolverse, aunque sean verdaderas catástrofes. Asimismo, los personajes son felices y, aunque no les guste su trabajo, evaden su tiempo en la oficina mediante gracietas y bromas.
The Office: una de las series más sobresalientes
En ambos casos, una de las mejores producciones televisivas de los últimos años. Su formato de falso documental constituye un modo perfecto de desarrollo argumental, aunque en los primeros capítulos los espectadores pueden sentirse desorientados. En definitiva, un guion genial con personajes geniales.