- Las muertes siempre son una tragedia en Hollywood
- Tristemente, algunas ocurren cuando el famoso en cuestión está trabajando
- Esto es lo que ocurre si una estrella muere a medio rodaje
En Hollywood ha habido varios casos de muertes en el mismo set de rodaje, ya sea por negligencia o por motivos de salud, lo que ha obligado a la producción a ingeniárselas para seguir adelante sin ellos. ¿Qué hacer cuando el final de su película depende de un actor que ha dejado de existir?
Hay casos como los de Philip Seymour Hoffman o Paul Walker, en donde ya habían filmado gran parte de su participación en proyectos como Los Juegos del Hambre y Rápidos y Furiosos, donde el estudio inyecta más dinero a la producción para hacer “magia” mediante edición y efectos visuales para traerlos de vuelta. En el caso de Walker, se hizo uso de todo el material de películas anteriores y de su hermano -que tiene un gran parecido físico- para concluir la participación en la película.
¿Qué pasa cuando un actor muere a mitad de una filmación?
Esto es un mundo absolutamente nuevo en donde una mega producción pudo salvarse, a diferencia de Something’s got to give, proyecto de Marilyn Monroe junto a Dean Martin que tuvo que ser cancelado por una serie de retrasos ocasionados por la actriz y finalmente por su trágica muerte.
Hay otros casos en los que parece que una maldición reina sobre los miembros de la misma familia. El astro de las artes marciales, Bruce Lee, falleció en 1973 al ingerir una medicina para el dolor de cabeza, antes de terminar el rodaje de Game of Death. La película -cuyo título en español es, paradójicamente, El juego de la muerte- quedó inconclusa y recién se completó con el uso de un doble, montajes y sombras y se estrenó en 1978, pero sólo tiene 20 minutos con la presencia de Lee. Cabe destacar que los efectos especiales entonces no eran tan buenos como ahora. Como si fuera una maldición familiar, el hijo de Lee, Brandon, perdió la vida en plena filmación de El cuervo, en 1993, de un disparo con una pistola de utilería que por error tenía una bala de verdad. La película fue terminada con el uso de un doble y los efectos digitales disponibles.
Cuando murió Heath Ledger en 2009, intoxicado por una combinación con pastillas recetadas, se habló mucho del vacío que dejó en la promoción de la película The Dark Knight, secuela de Batman Begins. Él era el centro de la atención de la campaña publicitaria y, de hecho, ganó varios premios póstumos por su actuación, incluidos el Globo de Oro y el Oscar.
Pero el rodaje ya había terminado, a diferencia de "The Imaginarium of Doctor Parnassus", una fantasía escrita y dirigida por Terry Gilliam, exintegrante del grupo cómico británico Monty Python. Gilliam siempre ha sido un director con mucha imaginación y decidió terminar el rodaje de "Parnassus" reemplazando a Ledger con otros tres actores en tres secuencias distintas y acordes con el carácter fantástico de la obra. Así, cada vez que cruzaba un espejo mágico, el Tony de Ledger se multiplicaba, encarnado por Johnny Depp, Jude Law y Colin Farrell, quienes donaron sus honorarios a la hija que dejó huérfana, Matilda.
Las grandes estrellas de Hollywood son demasiado valiosas para los estudios por la cantidad de fans que atraen a sus proyectos y es por eso que deciden hacer todo tipo de cosas para asegurarse que la estrella “termine su trabajo”. De todos modos, las producciones suelen tener cobertura de seguros, que les permitiría empezar de cero si fuera necesario, pero también tienen su precio.
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Puede que las compañías de seguros no paguen, si la causa de la muerte tiene que ver con algún historial médico que esté excluido de la póliza, aunque es posible mitigar ese riesgo.
Aunque esto abre otra pregunta ética y moral sobre la utilización de “actores generados por computadora” que podrían ser la siguiente moda de la industria. Tal vez en pocos años veamos de nuevo a Marlon Brando cruzarse por la pantalla ¿Pero está bien lucrar con la imagen de alguien muerto?