Estas icónicas parejas del cine se ODIABAN en la vida real

A muchos les sorprenderá que los famosos intérpretes detrás de “Johnny” y “Baby” del clásico Dirty Dancing en realidad se odiaron, pero eso fue justo lo que pasó.

Según reportes, Patrick Swayze y Jennifer Grey no lograron llevarse bien durante el rodaje de la mítica película de baile, con el protagonista de Ghost quejándose en repetidas ocasiones de su compañera de reparto, a quien declaró como alguien “muy difícil de trabajar”.

Amor a primera vista sería una expresión completamente equivocada para describir los primeros encuentros que hubo entre Ryan Gosling y Rachel McAdams, los populares protagonistas de Diario de una pasión (The Notebook). Aunque la relación entre ambos fue tensa durante el rodaje de la película, algo surgió entre ellos que los llevó a tener un noviazgo de tres años.

Del odio nace el amor.

En 1996, Leonardo DiCaprio y Claire Danes interpretaron a una de las parejas más importantes del teatro y el cine en Romeo + Julieta (Romeo + Juliet), adaptación de Baz Luhrmann al clásico shakesperiano. Aunque en la pantalla ambos protagonistas daban hasta la vida por su amado, en la vida real la situación o pudo ser más diferente, con roces constantes entre los actores.

Mientras Danes pensaba que DiCaprio era “demasiado infantil” para el personaje, el protagonista de Titanic consideraba que su compañera era muy “seria”. Qué pena.

Es por todos conocidos que nadie llevó una buena relación con Dustin Hoffman durante el rodaje de Kramer vs Kramer, pero nadie lo pasó peor que Meryl Streep quien, afortunadamente, pudo redimir su odio en todas las escenas explosivas en esta cautelosa revisión de un doloroso matrimonio.

En el drama de 1957, The Prince and the Showgirl, se podía notar la tensión sexual que había entre los personajes interpretados por Laurence Olivier y Marilyn Monroe.

Sin embargo, esto es más un producto de las habilidades de los actores que de un verdadero flechazo en pantalla. De hecho, Olivier constantemente se quejaba de la icónica Marylin Monroe que parecía estar desesperada por verse más sexy que atraída por la leyenda británica.

Julia Roberts y Nick Nolte actuaron como toda una pareja en el blockbuster I Love Trouble, de 1994. Sin embargo, los famosos actores no soportaban estar juntos.

De hecho, en una entrevista, la protagonista de Mujer bonita (Pretty Woman) llamó a Nolte “una persona desagradable” después de terminar el rodaje de la cinta.

Cuando Sharon Stone y William Baldwin compartieron pantalla en la película Silver, de 1993, muchas cosas salieron mal, entre ellas la nula química entre la actriz de Basic Instinct y el descendiente de una de las dinastías actorales más famosas de Hollywood.

Meses después del estreno de la película, Stone dijo que nunca se sintió completamente cómoda trabajando con Baldwin y que le hubiera gustado más haber trabajado con su hermano, Alec.

Ouch.

Así como había sucedido con Shirley MacLaine, su compañera en Terms of Endearment (1983), Debra Winger tampoco se pudo llevar bien con su coprotagonista en An Officer and a Gentleman, el clásico de 1982 donde actuó como enamorada de Richard Gere.

A pesar del emotivo final de la película, donde los protagonistas de la cinta terminan juntos, Gere y Winger no solo dejaron de hablarse justo al terminar el rodaje de la película, tampoco tienen cosas positivas qué decir el uno del otro.

Quizá hay una razón por la que a Anthony Hopkins acepta papeles de religioso, divorciado… y maniático.

Durante el rodaje de la cinta A Change of Seasons, de 1980, el actor de Hannibal no pudo llevarse bien con su compañera de pantalla, Shirley MacLaine, a quien describió como una de las mujeres más difíciles con las que ha trabajado.

Debe ser complicado interpretar a una pareja y en realidad no poderte llevar bien con tu compañero de reparto.

Eso fue lo que sucedió con Reese Witherspoon y Vince Vaughn, quienes no se toleraron en el set de la comedia Four Christmases, de 2008. Al parecer el carácter de Vaughn fue crucial para que la relación con la protagonista de Legalmente rubia no pudiera trascender más allá de la pantalla.