Para Guillaume Depardieu no fue fácil crecer siendo el hijo del actor más famoso, icónico y amado de Francia. No sólo experimentó como niño la gran fama de su padre sino también como actor tuvo que trabajar para salir de la sombra del gran Gérard Depardieu. Descrito por los medios franceses como un ‘enfant terrible’ (niño rebelde), la vida de Guillaume Depardieu fue una constante lucha para demostrar que era valioso independientemente de su apellido.
La trágica muerte de Guillaume, hijo del actor Gérard Depardieu
Guillaume comenzó a trabajar desde los cuatro años, generalmente en proyectos de su padre como Todas las mañanas del mundo, por la cual fue nominado a los César Awards (el premio más prestigioso de cine en Francia) como mejor actor promesa. Durante su niñez, Guillaume admiraba a su padre por sus logros profesionales pero también lo resentía por hacer de su carrera su única prioridad.
Estos roces escalaron y llevaron a Guillaume a una vida de excesos y constantes actos rebeldes (incluso estuvo en prisión dos veces por crímenes relacionados con la drogas). Sin embargo, su gran tragedia comenzaría en 1995 cuando tras un accidente en motocicleta su herida en la rodilla se infectó estafilococo áureo.
A lo largo de los años, Guillaume se sometió a 17 cirugías para extirpar las áreas infectadas y salvarle la pierna. Desafortunadamente, en 2003, la pierna tuvo que ser amputada. En 2008, mientras se encontraba grabando La infancia de Ícaro, se enfermó y su ya débil cuerpo (por la adicción y las muchas cirugías) no aguantó. Guillaume Depardieu murió en el hospital a los 37 años.