Apodado el ‘Divo de Linares’, Raphael conquistó la industria musical hispanoamericana en la década de los sesenta. Desde ese entonces, ha cultivado éxito tras éxito incluso siendo el único músico de habla hispana (y uno de los únicos cuatro) con el conocido premio llamado Disco de Uranio.
La enfermedad que convirtió a Raphael en impulsor de donación de órganos
Sin embargo, como suele sucederle a muchos en la industria, con el éxito vino una vida de excesos que con el tiempo pasó factura en el cuerpo del icónico cantante. A mediados de los ochenta, Raphael fue diagnosticado con Hepatitis derivada de un consumo elevado de alcohol.
A principios del nuevo milenio, la salud del cantante español se deterioró considerablemente a tal grado que en 2003 requirió un trasplante de hígado. Su salud era delicada al grado que sin el trasplante, éste hubiera muerto. Estar tan cercano a la muerte y ser privilegiado de encontrar un donador lo hizo un gran impulsor de la donación de órganos.
Para Raphael, la vida le estaba dando una nueva oportunidad por lo que él considera que desde ese momento empezó lo que llamó “una segunda vida”. Desde entonces dedica parte de su tiempo de promoción a hablar de su experiencia y de la importancia de la donación de órganos.