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Ashton Kutcher, actor de primera fila y empresario, confiesa que comprar su primera casa fue una decisión financiera que le puso los nervios de punta. Superados los temores iniciales, Kutcher es ahora dueño de varias propiedades multimillonarias en el sur de California, con una casa en la playa de 10 millones de dólares y una lujosa residencia de 10.2 millones en Beverly Hills.
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Rupert Grint, cariñosamente recordado como Ron Weasley en 'Harry Potter', se ha transformado discretamente en un magnate inmobiliario. Su cartera, valorada en más de 31.8 millones de dólares, incluye diversos activos. La empresa de Grint, Clay 10 Ltd, está valorada en más de 26 millones de dólares, y supervisa otros dos negocios inmobiliarios.
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Brad Pitt y Angelina Jolie, antaño una pareja poderosa, hicieron impresionantes compras inmobiliarias durante su tiempo juntos. Entre sus propiedades se incluyen una mansión en Nueva Orleans, un castillo francés valorado en unos 60 millones de dólares y una villa en Mallorca valorada en unos 3.7 millones de dólares.
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Tyra Banks, figura destacada de la industria del modelaje y la televisión, ha traducido su considerable patrimonio neto en inversiones inmobiliarias. Banks posee cuatro propiedades en el barrio de Pacific Palisades de Los Ángeles y una propiedad en la costa con un valor estimado de 7 millones de dólares.
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Madonna, figura emblemática del mundo del espectáculo, es igualmente conocida por sus negocios inmobiliarios. Propietaria de un apartamento en el Upper East Side valorado en unos 40 millones de dólares, Madonna ha ampliado su cartera con adquisiciones como una mansión del siglo XVIII en Portugal y otra en Beverly Hills valorada en unos 35 millones de dólares.
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Ellen DeGeneres, célebre por su contribución al mundo del espectáculo, no sólo se ha hecho un nombre como cómica y presentadora de televisión, sino también como astuta inversora inmobiliaria. Al parecer, DeGeneres vendió propiedades a Will Ferrell (9 millones de dólares) y Ryan Seacrest (36 millones de dólares), lo que pone de relieve su habilidad para los negocios inmobiliarios lucrativos.
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Taylor Swift, sensación mundial del pop, entró en el mercado inmobiliario a los 20 años y desde entonces ha realizado adquisiciones estratégicas. La cartera de propiedades de Swift incluye un condominio de 3 millones de dólares en Nashville, una mansión de 4 millones en Beverly Hills y una finca de 18 millones en Rhode Island.
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Alec Baldwin, experimentado actor, ha demostrado ser astuto en sus inversiones inmobiliarias, sobre todo en Manhattan. Tras adquirir apartamentos en Devonshire House y en el edificio El Dorado, Baldwin se ha hecho con un ático de cuatro dormitorios por unos 12 millones de dólares.
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Kylie Jenner, la influyente socialité y magnate de los negocios, alcanzó el estatus de millonaria a una edad temprana y ha invertido estratégicamente en el sector inmobiliario de California. Jenner compró su primera casa a los 17 años en Calabasas por unos 2.7 millones de dólares y ahora posee tres viviendas en Hidden Hills cuyo valor conjunto supera los 33 millones de dólares.
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Leonardo DiCaprio, reconocido en todo el mundo por sus dotes interpretativas, se ha convertido en un experto inmobiliario, acumulando residencias multimillonarias en California y Nueva York. Desde sus modestos comienzos en los años 90 con un complejo de 2 millones de dólares en The Hills y un bungalow en la playa, DiCaprio ha ampliado su cartera hasta incluir un apartamento de lujo en Nueva York y una impresionante casa de 23 millones de dólares en Malibú.
Invertir en propiedades inmobiliarias es un movimiento habitual entre los famosos que buscan aumentar su patrimonio, y estas estrellas han dominado el arte de las inversiones inmobiliarias inteligentes.
Desde el ático de Alec Baldwin en Manhattan, hasta los negocios inmobiliarios de Brad Pitt y Angelina Jolie en todo el mundo, estas celebridades demuestran que los negocios en bienes raíces no sólo son lucrativos, sino grandes estrategias de inversión.