Ava: el trágico deceso de la hija del actor Keanu Reeves

Keanu Reeves es uno de los consentidos de Hollywood tanto por sus increíbles actuaciones en películas como también por su personalidad. Increíblemente, Reeves siempre ha mantenido un bajo perfil en cuanto a su vida privada se refiere por lo que muy pocos saben sobre las grandes tragedias de su vida.

Nacido en Líbano y criado desde niño en Canadá, Keanu Reeves comenzó su carrera en pantalla a los 20 como corresponsal en un programa juvenil. Al poco tiempo comenzó a actuar ganándose la admiración de críticos y fanáticos del medio en Canadá y años después en Hollywood.

A principios de la década de los noventa, Reeves comenzó a tener más trabajos en proyectos más conocidos y fue en 1991 cuando protagonizó junto a River Phoenix la película My Own Private Idaho. Además de ser uno de los roles que lo catapultara al éxito, también hizo una gran amistad con Phoenix.

Durante la década, Reeves conoció a la asistente del aclamado director David Lynch, Jennifer Syme de quien se enamoró perdidamente. Reeves y la también actriz comenzaron una relación formal y en 1999 la pareja esperaba a una hermosa bebé.

Parecía que la pareja terminaría el año de la mejor manera posible y en la víspera de Navidad de ese año, la pareja se disponía a recibir el mejor regalo de la vida. Syme dio a luz a Ava Archer Syme-Reeves, sin embargo, la bebé nació sin vida. Esto fue un gran golpe para Reeves del cual nunca se pudo recuperar.

Perder a su amada hija fue una tragedia para ambos. Reeves apenas se estaba recuperando de la trágica muerte de su amigo River Phoenix y tanto su relación como el prospecto de una bebé habían ayudado en el proceso. Pero la muerte de Ava terminó por regresar a Reeves a un lugar oscuro en su vida. 

Como consecuencia, su relación con Syme se deterioró y sólo unas semanas después de la muerte de su pequeña, la pareja se separó. Esto no sería el final de la tragedia pues lamentablemente, 18 meses después Syme falleció en un accidente de coche el 21 de abril de 2001, mientras regresaba a su casa después de una fiesta en casa de Marilyn Manson.

Para el momento de la muerte de Syme, Reeves estaba por grabar las secuelas de Matrix sin embargo, decidió tomarse un tiempo fuera de las pantallas para reponerse emocionalmente de sus pérdidas. De acuerdo a una entrevista que dio a la revista Parade en 2006, “el duelo cambia de formas pero nunca termina”.

Tiempo después Keanu aprendió lidiar con sus duelos y a pesar de “extrañar ser parte de sus vidas y ellos de la suya”, al final del día, ese dolor le ayudó a crecer como persona y aprender a vivir la vida al máximo haciendo lo que más ama. Según la misma entrevista “gran parte de su apreciación de la vida ha llegado mediante las pérdidas”.

El actor se mantuvo aún más reservado con su vida privada a lo largo de los años. Durante las últimas dos décadas, por otro lado, Keanu Reeves se ha enfocado en consolidar su carrera y crecer profesionalmente amasando grandes éxitos de taquilla.